RIOJA. Evolución del ciclo vegetativo en esta ultima cosecha


La situación general del viñedo riojano se caracterizado por el buen estado vegetativo y sanitario que ha mantenido durante todo el ciclo.

La evolución del estado fenológico en cuanto a fechas ha sido normal en relación a la media de los últimos años. Aunque se constataron índices de fertilidad inferiores a los dos años anteriores, se pueden considerar como normales en las variedades de la D.O. Ca. Rioja.

La incidencia de la climatología, en especial por la continuidad de la sequía que viene afectando al viñedo en las dos últimas campañas, ha condicionado la producción de una parte de los viñedos de la denominación situados en tierras de secano.
Los Servicios Técnicos del Consejo, que realizan un seguimiento permanente de la evolución de la cosecha, constataron a finales de agosto


que la maduración de la uva presentaba en general una evolución correcta, en fechas que pueden considerarse normales dentro de la media.

Como aspecto significativo de la campaña 2012, esta maduración se ha producido de forma desigual entre las diferentes parcelas de un mismo término, en función de la ubicación y características específicas de dichas parcelas.

Esta circunstancia obliga a realizar una vendimia selectiva para obtener la máxima calidad en cada uno de los viñedos cortando la uva en su punto óptimo de maduración, es decir, cuando ésta presente el mejor equilibrio posible entre todos sus componentes.

Las primeras uvas vendimiadas en la Denominación los días 21 y 24 de agosto corresponden a dos viñedos de las variedades blancas Sauvignon Blanc y Chardonnay, ubicados respectivamente en las localidades de Galilea y Ausejo. Ambas variedades blancas, incorporadas desde 2007 a la Denominación, son de ciclo más corto que las tradicionales de Rioja.

La vendimia se va iniciando de forma muy puntual en la zona más oriental de la Denominación y durante la primera semana de septiembre la cantidad cosechada apenas alcanza el millón de kgs. de uva. Será en la tercera semana de septiembre cuando la vendimia se generalice en Rioja Baja, extendiéndose al conjunto de la Denominación en la última semana del mes.

Con la vendimia ya muy avanzada en la Rioja Baja y generalizada en el conjunto de la Denominación, la novedad más significativa viene dada por el efecto de las lluvias caídas durante los días 28 y 29 de septiembre, con cantidades que oscilan entre 25 y 60 litros, que inciden muy positivamente en la evolución de la maduración, proporcionando un mejor equilibrio final al fruto e incrementando las expectativas productivas de una gran parte del viñedo riojano. La vendimia ha finalizado durante la última semana de octubre.